Monumento natural de Jaén

Quejigo del Amo o del Carbón

El espectacular quejigo que les muestro en estas fotografías, presenta las secuelas de una actividad tradicional, como ha sido la del carboneo. Manifestándose en la cicatrización y diferencia evidente en el tamaño de sus viejas y jóvenes ramas, alterando su aspecto natural. En la actualidad, este trabajo no se realiza, por la existencia de variadas fuentes de energía. Pero imagínense un mundo anterior en el que no existía ni el petróleo, ni el gas, ni la electricidad. ¿Cómo podrían calentarse o simplemente cocinar? Esta pregunta tenía fácil respuesta hace tan solo unos años: el carbón y el picón.

Cuentan los vecinos de la zona que el amo de este quejigo solía descansar y refrescarse bajo su sombra, por ello se le conoce como “Quejigo del Amo”. Las múltiples podas realizadas a este árbol tenían la finalidad de producir gran cantidad de leña, para después transformarla en carbón, de ahí el otro nombre por el que se le conoce “Quejigo del Carbón”. El carbón vegetal obtenido de encinas y quejigos ha sido durante miles de años el mejor combustible de uso domestico, procurando a las gentes inviernos más llevaderos y fuego para sus cocinas.