El raudal de la Magdalena


"Y al fondo el castillo"

Tal vez la paradoja más llamativa entre la ciudad actual y sus orígenes se refiera al agua. Jaén nace en torno al caudal de la Magdalena, un caño de agua abundante que no sólo abastecía, ya en época árabe, a una población de una ciudad de unas 20 hectáreas, sino que además también daba agua a cinco baños públicos y un importante número de huertas. Algunos cronistas hablan de que su raudal alcanzaba el tamaño del tronco de un buey. 

No era el único manantial: también gozaba de consideración, entre otros, el manantial de Santa María. Configuraban así una ciudad donde el agua era abundante y, de forma insólita y al contrario que la mayoría de las ciudades, la ciudad abastecía a los campos cercanos. La procedencia de estos manantiales se situaba en el cerro de Santa Catalina, que se supone un inmenso almacén natural del agua.

Comentarios

  1. Hola Abraham. Gracias por invitarme a ver tus blogs. Te felicito porque me han encantado. Supongo que cobrarás por esto al ayuntamiento no?? vaya publicidad le estas dando a Jaén!! Bueno, muchos ánimos!! Un saludito desde Castellón, que tiene mucho que envidiar a estas tierras de sur...

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